en la profundidad del bosque, sobre un suelo borracho de sangre
yacía tumbado un combatiente alemán herido
Y sus voces resonaban en la noche
En balde… Ningún eco respondía a su llamada de aviso…
Debía desangrarse con libertad igual que una pieza,
herida de muerte que revienta en soledad.
.
Entonces repentinamente…
fuertes pasos se aproximan desde la derecha.
Se escucha como apisonan el suelo del bosque
Y nueva esperanza le germina desde el alma.
Y ahora desde la izquierda… y ahora por ambas partes…
Dos hombres se aproximan a su lugar de sufrimiento
Es un alemán y un francés.
Y ambos se contemplan con vistazo de recelo riguroso
Y sostienen el amenazante fusil dispuesto.
.
Dibujo de Hitler para ilustrar su poema
El alemán pregunta: “¿Que haces aquí?”
“He acudido a la mas pobre de las llamadas de auxilio”
“¡Es tu enemigo!”
“¡Es un hombre que sufre!”.
Y sin decir nada, ambos bajan el fusil.
Luego se trenzan unas con otras las manos
Y elevan cuidadosamente con los músculos tensionados
Al combatiente herido, como con una angarilla.
Y de mutuo acuerdo le transportan a través del bosque
Hasta que llegan a la línea de centinelas alemana.
“Ahora esta conseguido. Aquí estaras bajo fiel atención”
.
Y el francés se gira encaminándose hacia el bosque.
Pero el alemán le retiene la mano, le mira conmovido con ojos preocupados y melancólicos
Y le dice con la seriedad del grave presagio:
Hitler en convalecencia en un hospital de Berlín en 1916
“No conozco lo que el destino nos reserva, lo que reina impenetrable en las estrellas. Tal vez caiga como víctima de tu bala. Acaso te extienda la mía en la arena. Porque confuso es el acaso en la batalla,
Hitler después de cuatro años al frente
Como quiera que sea y quiera también venir Vivimos por las sagradas horas, que solamente en su humanidad encuentra el hombre… Y ahora ¡Adiós y que Dios te conserve!”
Un “flashmob” se reúne en Barcelona (Cataluña, España) para celebrar Beethoven. ¿Qué otra raza creó estas cosas?
Tu Madre;
Cuando tu madre haya ya envejecido,
Cuando sus amorosos y esperanzados ojos
ya no vean la vida como alguna vez lo hicieron,
Cuando sus pies, ya cansados,
No puedan ya sostenerla mientras camina
Y si algo te pregunta,
entonces dale una respuesta.
Y si te pregunta de nuevo, ¡háblale!
Y si te pregunta aún otra vez, respóndele,
No impacientemente, sino con gentil calma.
Y si no puede ella entenderte con claridad,
explÃcale todo con gentil alegrÃa.
Vendrá la hora, la amarga hora,
en que sus labios no preguntarán nada más.
Uno de los 3 Poemas que Hitler el ” insensible” escribió y que han salido a la luz gracias a los escritos que han sido subastados y se han publicado.
Hitler era devoto de su madre, por lo que su muerte, ocurrida el 21 de diciembre de 1907, le afectó mucho. Tal vez esa sea la razón por la que hizo este maravilloso poema dedicado a las madres. En él, intenta concientizar a las personas, cuyas madres aún siguen vivas, de los valioso que es eso.
Tu Madre;
Cuando tu madre haya ya envejecido,
Cuando sus amorosos y esperanzados ojos
ya no vean la vida como alguna vez lo hicieron,
Cuando sus pies, ya cansados,
No puedan ya sostenerla mientras camina
Entonces, entrégale tu brazo en apoyo,
Acompáñala con alegrÃa,
Vendrá la hora en que, sollozando,
deberás acompañarla en sus últimos pasos.
Y si algo te pregunta,
entonces dale una respuesta.
Y si te pregunta de nuevo, ¡háblale!
Y si te pregunta aún otra vez, respóndele,
No impacientemente, sino con gentil calma.
Y si no puede ella entenderte con claridad,
explÃcale todo con gentil alegrÃa.
Vendrá la hora, la amarga hora,
en que sus labios no preguntarán nada más.
Adolf Hitler, pölzl 1923.